Actos que den visibilidad… ¡Y olvidémonos del resto!
Domingo por la mañana. El ambiente en el pueblo está resacoso -como yo, sinceramente – y las calles a las 9 de la mañana parecen sacadas de una película apocalíptica: una catástrofe ha acabado con la especie y tú no te has enterado.
La película que te montas en la cabeza pierde un poco de glamour cuando te agachas para recoger las caquitas de tu perra.
Efectivamente, salir de la cama un domingo a las 9 de la mañana sólo significa una cosa: tienes un ser vivo que a las 7 ya está dando saltos en tu cama porque quiere correr, jugar, saltar y olisquear otros perros.
Así que te has puesto lo primero que has pillado del armario -que en realidad es una silla- y has salido a dar un paseo con tu perra, disfrutar de una mañana tranquila y, por qué no, permitirte un almuerzo popular en el bar de la plaza.
No obstante, la mañana se tuerce cuando sales de casa. Se me cae el alma a los pies, os lo aseguro.
¿Qué demonios está pasando aquí?
Hago fotos por la acera, a las «zonas verdes» de en frente de casa, a las jardineras de la calle, a las puertas de los vecinos: paquetes de tabaco, latas de cerveza, bolsas de plástico, mascarillas, bolsas de patatas. ¿Todavía estamos así en 2021? ¿No se supone que estábamos súper concienciados con el medio ambiente, el reciclado y cuidar de nuestro planeta?
Me da pena.
Y vergüenza.
Y me cabreo.
Mucho.
Desde mi smartphone, busco la web del ayuntamiento del pueblo para localizar un correo electrónico de contacto.
Vaya, vaya…
Veo una web con muchísimas iniciativas de sostenibilidad, salvaguardar las playas, crear paseos marítimos que tengan el menor impacto ambiental posible, proyectos para aportar nuestro granito de arena en esto que ahora se conoce como El principio del fin…
Entonces me doy cuenta de una cosa: si quieres ayudar al planeta, tienes que hacerlo visible, que se entere todo el mundo de lo buen ciudadano que eres.
Pero, ¿qué hago con las calles que están a rebosar de porquería?
Pues nada, porque limpiar las calles vende un eslogan claro: Seguimos siendo unos guarros
No obstante, estimular a los vecinos a buscar iniciativas para mejorar los paseos marítimos y cuidar de nuestras playas vende un pueblo comprometido con el medio ambiente.